1. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Vista de la población desde la ctra. que conduce al vecino Mon. de San Juan de la Peña.
2. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Ermita de San Caprasio.
3. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Ábside de la ermita de San Caprasio.
4. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Interior de la ermita de San Caprasio.
5. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Igl. de Sta. Mª.
6. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Otra perspectiva de la igl. de Sta. Mª.
7. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Ábside y torre de la igl. de Sta. Mª.
8. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Portada de la igl. de Sta. Mª.
9. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Canecillos de la igl. de Sta. Mª.
10. SANTA CRUZ DE LA SERÓS, Huesca. Interior de la igl. de Sta. Mª.
SANTA CRUZ DE LA SERÓS* (I), provincia de Huesca: 25 de junio de 2009.
Este lugar altoaragonés, situado en las faldas de la sierra de San Juan y no lejos del magnífico monasterio de San Juan de la Peña, comparte con éste paisaje y buena parte de su historia, aunque en este caso por su ligazón a la rama femenina de la también orden benedictina. Precisamente de esta circunstancia arranca su actual topónimo, derivación sincopada de su antigua denominación: Santa Cruz de las Sorores, es decir, de las Hermanas.
El lugar se halla a unos 16 km de Jaca, tomando un desvío que, a unos 10 km de la ciudad pirenaica, parte de la carretera a Pamplona por Puente la Reina, en la actual ruta de acceso al monasterio de San Juan de la Peña. Nada más entrar a los arrabales de la población destaca, a mano derecha, la silueta de la bellísima y recoleta ermita de San Caprasio*. Antigua iglesia parroquial erigida hacia 1060, la ermita es de una sola nave, de tres tramos y constituye un singular ejemplar del románico lombardo.
Dentro de la población, en lugar perfectamente visible desde el acceso, se halla la iglesia de Santa María*, templo que fue del monasterio y del que es hoy la única parte conservada. Coetánea de la catedral de Jaca, fue mandada construir por la infanta doña Sancha hacia 1090 y concluida en la primera década del siglo XII. Destaca, vista desde el exterior, la rotunda robustez de su torre-campanario, con ventanas ajimezadas y el magnífico pórtico con arquivoltas de su actual única entrada. En su interior, el templo es de una sola nave y bóveda de medio cañón, con capillas añadidas posteriormente para darle un aspecto de planta de cruz latina.
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