1. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Acceso al recinto monacal.
2. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Portal occidental del mon.
3. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Palacio Abacial.
4. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Igl. del monasterio.
5. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Interior de la igl. del monasterio.
6. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Sepulcro del abad Lupo Marco en la igl. del monasterio.
7. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Acceso a la sacristía en la igl. del monasterio.
8. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Claustro del mon.
9. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Una de las pandas interiores del claustro del mon.
10. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. La Sala Capitular del mon.
11. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Bóveda del Refectorio del mon.
12. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. El Scriptorium del mon.
13. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Otra de las salas del mon.
14. MONASTERIO DE VERUELA, Zaragoza. Decoración de una de las salas del mon.
MONASTERIO DE VERUELA* (I), provincia de Zaragoza: 24 de junio de 2014.
Situado a 14 km. de Tarazona, en dirección sureste, se halla el magnífico y bien conservado monasterio cisterciense de Veruela al que, viniendo de la ciudad turiasonense, se puede llegar o bien tomando la N-122 en dirección a Zaragoza hasta el devío de Vera de Moncayo (10 km. hasta el desvío y, luego, unos 4 km. hasta el monasterio) o bien, y preferentemente -aunque la ruta es peor de trazado, pero mejor de paisaje-, a través de la ctra. local que va a salir a Vera por Santa Cruz de Moncayo y Trasmoz.
Una y otra convergen en Vera de Moncayo, pintoresca villa somontana en la que se conservan los restos de su castillo frontero del siglo XIV y una interesante iglesia del siglo XVI.
A 1 km. de la villa en dirección al Moncayo se levanta, a mano izquierda, el bellísimo monasterio*, el primero de los cistercienses en todo el territorio de la Corona de Aragón, fundado en 1146 -aunque los monjes, procedentes del monasterio francés de Scala Dei no llegaron al lugar hasta 1171- por Pedro de Atarés en tiempos de Ramón Berenguer IV. Los monarcas de la Corona aragonesa beneficiaron notable y sistemáticamente a los monjes de Veruela, hasta tal punto que al correr de los años -y prácticamente hasta su exclaustración- se convirtieron en los más poderosos señores de toda la comarca del Somontano del Moncayo. En este monasterio, afectado de tuberculosis, pasó algunos meses del año 1864 Gustavo Adolfo Bécquer, que aquí escribió algunas de sus más conocidas obras, como Cartas desde mi celda y buena parte de sus Rimas y Leyendas.
Al recinto -que aparece totalmente amurallado- se accede a través de un portal occidental de arco apuntado en el que, en el siglo XVI, se hicieron algunos añadidos platerescos, como el torreón octogonal que lo remata. A los costados de esta entrada se hallan los escudos de armas de don Fernando de Aragón y, a su frente, el de abad Lupo Marco. El amplio patio de honor está cerrado, a la derecha, por el modesto Palacio Abacial -en cuya fachada, una placa recuerda la estancia de Bécquer- y, en su frente, por la magnífica iglesia*, consagrada en 1248, de transición del románico al gótico. El templo, bien conservado, presenta una bella girola con capillas y, junto a la cabecera, las capillas de San Bernardo (con el sepulcro renacentista del abad Lupo Marco) y la portada barroca de entrada a la sacristía. Con todo, el elemento más espectacular y apacible lo constituye, quizás, el bellísimo claustro*, gótico en su fábrica inferior realizado en piedra y plateresco en la superior.
En uno de los lados de esta estancia se halla la sala capitular, de notable interés, no menor del que suscitan el scriptorium, el refectorio y la antigua sillería, todos ellos recientemente restaurados. En los últimos años, la Diputación de Zaragoza, propietaria del recinto, ha propiciado la creación de un interesante Museo de Arte Contemporáneo*, con valiosas obras de los más destacados artistas aragoneses, entre otros.
Aunque paulatinamente se ha ido incorporando obra escultórica, el fondo sustancial del museo corresponde a pinturas, con obras de singulares artistas aragoneses del siglo XX, como Salvador Victoria, Manuel Viola, José Orús, Santiago Laguna, José Luis Lasala, Antonio Saura, etc. En torno al fondo artístico y la progresiva rehabilitación del veterano cenobio, ha ido cristalizando una acreditada Escuela de Restauración de Obras de Arte, dependiente de la institución propietaria del recinto, la Diputación Provincial de Zaragoza.
Para aproximarse al saber, la cultura y la historia de los vinos de la Denominación de Origen Campo de Borja es aconsejable visitar el Museo del Vino instalado en el monasterio.
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