1. SANGÜESA, Navarra. Torre y ábside de la igl. de Sta. Mª la Real.
2. SANGÜESA, Navarra. Detalle de uno de los ventanales de la igl. de Sta. Mª la Real.
3. SANGÜESA, Navarra. Igl. de San Salvador.
4. SANGÜESA, Navarra. Pórtico de la igl. de San Salvador.
5. SANGÜESA, Navarra. Tímpano de la portada de la igl. de San Salvador.
6. SANGÜESA, Navarra. Igl. de Santiago el Mayor.
7. SANGÜESA, Navarra. Portada de la igl. de Santiago el Mayor.
8. SANGÜESA, Navarra. Ayuntamiento.
9. SANGÜESA, Navarra, Palacio del Príncipe de Viana.
10. SANGÜESA, Navarra. Palacio de los marqueses de Vallesantoro.
11. SANGÜESA, Navarra. Fachada del palacio de los marqueses de Vallesantoro.
12. SANGÜESA, Navarra. Detalle del alero del palacio de los marqueses de Vallesantoro.
13. SANGÜESA, Navarra. Otro detalle del impresionante alero del palacio de los marqueses de Vallesantoro.
SANGÜESA - ZANGOZA** (I), provincia de Navarra: 24 de junio de 2009.
La ciudad de Sangüesa es capital de la merindad homónima y el núcleo urbano más importante, después de Tafalla, de la Navarra Media Oriental. Además de la agricultura y algo de industria, desarrolla una buena actividad comercial en su comarca, la Tierra de Sangüesa, bañada por el río Aragón, aguas abajo de la presa de Yesa. Su riqueza monumental es evidente, tanto en el arte religioso como en el civil.
La actual villa de Rocaforte se suele identificar con Sangüesa la Vieja. Situada en tierra fronteriza, era un baluarte contra las incursiones musulmanas al reino de Pamplona, primero, y centro de una tenencia que vigilaba la frontera con Aragón, después. Está en pleno Camino de Santiago, por lo que es una ciudad monumental que guarda joyas como la iglesia de Santa María la Real* -levantada al final de la rúa Mayor por donde los peregrinos que vienen de Somport pasan aún- en la que sobresale la portada** (siglos XI-XIII), de transición del románico al gótico, que además de los motivos religiosos ilustra la saga escandinava del héroe Sigurd; el retablo mayor plateresco con la talla gótica de la Virgen de Rocamador -advocación francesa relacionada con los peregrinos francos del Camino- y una custodia procesional gótica*, en lo que se refiere a la orfebrería. En el momento de la visita la iglesia se encontraba en proceso de restauración.
El arte religioso prolifera en iglesias y conventos. Así, la iglesia gótica de San Salvador, cuyo pórtico cobija una sencilla portada que representa el Juicio Final y que tiene un retablo mayor de estilo romanista; la iglesia de Santiago el Mayor, de transición del románico al gótico, que guarda una enorme y pétrea escultura gótica de Santiago, o los conventos de Nuestra Señora del Carmen y de San Francisco de Asís, ambos con iglesia y claustro góticos de serena belleza.
Camino de Sos del Rey Católico, en las afueras de la ciudad, se levanta la sobria y bien restaurada iglesia románica de San Adrián de Vadoluengo.
En cuanto a la arquitectura civil, conviene recorrer la Calle Mayor donde se encuentran el palacio de los Duques de Granada de Ega (siglo XV), el de los condes de Guenduláin, barroco del sigl XVII, el Ayuntamiento, de austera fachada renacentista sobre galería porticada, que se abre en una plaza situada en la parte trasera del palacio del Príncipe de Viana, fortaleza medieval de los reyes de Navarra. En una calle transversal -Alfonso el Batallador- se alza el singular palacio de los marqueses de Vallesantoro*, hoy Casa de Cultura, con fachada churrigueresca, escultural alero -el más bello de los que se conservan en Navarra- y una señorial escalera interior. La panorámica de la ciudad es inmejorable desde el cerro donde está situada la estatua del Sagrado Corazón, teniendo en primer término el característico puente metálico sobre el Aragón, que se levanta junto a la iglesia de Santa María.
También son dignas de reseña las vistas que ofrece Rocaforte, el núcleo original de Sangüesa, enclavado en un monte cercano desde donde se domina toda la comarca. El diminuto pueblo conserva un ambiente medieval.
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