Las primeras 450 entradas de este blog las puedes consultar en el enlace Burguillos Viajero.

miércoles, 6 de mayo de 2020

2971. BARCELONA** (XI), capital: 28 de febrero de 2019.

139. BARCELONA, capital. La plaza de Catalunya.
140. BARCELONA, capital. Otra perspectiva de la plaza de Catalunya.
141. BARCELONA, capital. Grupo escultórico en la plaza de Catalunya.
142. BARCELONA, capital. En la plaza de Catalunya.
143. BARCELONA, capital. En el inicio del Portal de l'Àngel.
144. BARCELONA, capital. Los antiguos almacenes Jorba, hoy El Corte Inglés, del Portal de l'Àngel.
145. BARCELONA, capital. La antigua sede de la Compañía Catalana de Gas, hoy H&M, del Portal de l'Àngel.
146. BARCELONA, capital. Fuente gótica y la Casa Bassols, en el Portal de l'Àngel.
147. BARCELONA, capital. La igl. de Sta. Anna.
148. BARCELONA, capital. Crucero en el exterior de la  igl. de Sta. Anna.
149. BARCELONA, capital. Interior de la igl. de Sta. Anna.
150. BARCELONA, capital. Entierro de Cristo, e la igl. de Sta. Anna.
151. BARCELONA, capital. El claustro de la igl. de Sta. Anna.
152. BARCELONA, capital. Otra vista del claustro de la igl. de Sta. Anna.
153. BARCELONA, capital. La sede del Colegio de Arquitectos, en la c/ dels Arcs.
154. BARCELONA, capital. Las murallas romanas en la Plaça Nova.
155. BARCELONA, capital. Portal del Bisbe.
156. BARCELONA, capital. Restos del acueducto junto a las murallas romanas y el portal del Bisbe.
BARCELONA** (XI), capital de la provincia y de la comunidad: 28 de febrero de 2019.
EL BARRI GÒTIC
   Mons Taber es el nombre que dieron los romanos al modesto montículo, hoy imperceptible, sobre el que fue fundada la Colonia Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino en época del emperador Augusto. Hasta el siglo XIII la ciudad no se extendió mucho más allá de aquel núcleo inicial, encorsetada por la primitiva muralla romana y por otra posterior, medieval, que no ampliaba demasiado el primer perímetro.
   Esa vieja Barcelona defendida por los primeros lienzos de muralla es lo que en la actualidad conocemos como Barri Gòtic. De las murallas quedan diversos vestigios, pero hoy el Barri Gòtic queda enmarcado por la plaza de Catalunya, la Rambla, la Vía Laietana y el Passeig de Colom. Así, el Gòtic conforma un polígono irregular en el que se concentra buena parte del patrimonio histórico de Barcelona.
Plaza de Catalunya**
   La plaza de Catalunya es el principal núcleo de centralidad urbana de Barcelona, su plaza más emblemática, su centro neurálgico. Curiosamente, sin embargo, esta plaza no debiera existir según los planos de Ildefonso Cerdà. El ingeniero había previsto en su lugar algunas manzanas más de la gran retícula urbana del Eixample, y la presión popular la que, ávida de un espacio diáfano a la salida del abigarrado casco histórico, logró que aquel sector quedara libre de edificaciones. Se urbanizó definitivamente entre 1927 y 1929 según el diseño de Francesc P. Nebot.
   Rápidamente, su posición de enlace entre la Barcelona histórica y el corazón del Eixample la convirtió en un punto nuclear, en un lugar de encuentro concurrido y bullicioso, en la mejor referencia para dispersarse por Barcelona. A su alrededor se fueron instalando comercios, hoteles, instituciones financieras e importantes compañías de servicios, y aunque la plaza de Sant Jaume siguió conservando su histórico papel de sede del poder político, la plaza de Catalunya aglutinó el poder económico moderno durante varias décadas.
   A partir del último tercio del siglo XX la plaza fue perdiendo su función de centro financiero y de negocios, desplazada a otros espacios de la ciudad, pero sigue siendo aparador de prestigio de grandes sedes bancarias y, sobre todo, un núcleo comercial de primer orden basado en la presencia de grandes almacenes (El Corte Inglés, FNAC) y bien secundado por la vocación comercial de las calles contiguas (avenida del Portal de l'Àngel, Ronda de Sante Pere, calle de Pelai...).
   Con todo ello, la plaza de Catalunya es una de las zonas más dinámicas de la ciudad, siempre repletas de barceloneses, de turistas y de artistas callejeros, bajo tierra y sobre las aceras. Quizás por ello la terraza del histórico café Zurich, esquinero con la calle de Pelai, sigue siendo uno de los más apreciados observatorios de la vitalidad urbana de Barcelona.
   En la plaza pueden contemplarse también interesantes obras escultóricas de Josep Llimona, Pablo Gargallo, Josep Clarà (una réplica de su Deesa), Josep Viladomat, Frederic Marès, .... o la más contemporánea obra de Josep Maria Subirachs, emplazada en 1992 en el extremo sur de la plaza y dedicada al presidente de la Generalitat republicana Francesc Macià.
   De las calles que hay en el entorno inmediato de la plaza, se puede pasear por la Ronda de Sant Pere hasta la plaza de Urquinaona, la calle de Bergara o la calle de Pelai. Todas ellas constituyen una extensión del carácter comercial de la zona, y sus aceras conforman el paisaje más densamente humanizado de la ciudad.
Portal de l'Àngel
   La plaza de Catalunya, centro neurálgico de la ciudad, es tangente al casco antiguo, y por lo tanto constituye un buen punto para iniciar un itinerario por el Barri Gòtic. En la esquina oriental de la plaza arranca la avenida del Portal de l'Àngel, un amplio paseo peatonal que estructura una zona antaño encajada entre la muralla romana y la medieval. El nombre de la calle proviene, precisamente, del portal que tenía la muralla medieval en ese punto, y que estaba presidido por la figura de un ángel. Sin embargo, la amplitud que presenta hoy la avenida se debe a uno de los proyectos urbanísticos llevados a cabo para la Exposición Universal de 1888, la primera que acogió Barcelona.
   La nueva avenida se convirtió rápidamente en un dinámico y bullicioso eje comercial, y aún hoy conserva ese carácter: las tiendas de moda se suceden una al lado de otra y la concentración de gentes llega a ser asfixiante los sábados por la tarde. Se trata de una avenida muy concurrida, por céntrica y por comercial, en la que además suelen instalarse artistas callejeros y puestos de venta ambulante.
   De los edificios que jalonan la avenida -hoy ocupados por conocidas cadenas comerciales-, quizás los más interesantes son la antigua sede modernista de la compañía Catalana de Gas, obra de Josep Domènech i Estapà, y el edificio neoclasicista de los almacenes Jorba (1926). De este último conviene prestar atención a su soberbia marquesina.
   Ya al final de la avenida, en la parte baja, puede verse una gran fuente gótica, reformada en época neoclásica, con unos vistosos murales cerámicos incorporados en 1918, realizados por Josep Aragay, uno de los más destacados artistas del Noucentisme. Justo detrás de la fuente asoma la Casa Bassols, un edificio del siglo XVI con notables relieves renacentistas en la fachada y detalles góticos en las aberturas.
Iglesia de Santa Anna*
   Desde la calle de Santa Anna, perpendicular a Portal de l'Àngel, se accede a través de un corto pasaje a uno de los rincones más sorprendentes de la ciudad, el antiguo monasterio de Santa Anna, que queda completamente escondido tras las voluminosas fachadas de los edificios. También se puede acceder al lugar desde la plaza de Catalunya, lo que acentúa el contraste entre la moderna arquitectura que lo esconde y las sencillas líneas románicas cistercienses del siglo XII que muestra el templo.
   La portada principal es gótica, de principios del siglo XIV. El interior se cubre con bóveda de crucería y de cañón ligeramente apuntadas. Las dependencias monacales desaparecieron a partir de 1835, pero conserva un acogedor claustro cuyas galerías inferiores pertenecen al siglo XV, con arcos ojivales soportados sobre esbeltas columnillas, y las superiores al XVI (estas últimas rehechas en época reciente).
Calles de la Portaferrissa y de Boters
   La avenida del Portal de l'Àngel desemboca en dos calles de breve recorrido: de la Cucurulla y dels Arcs. En la segunda llama la atención la presencia de un enorme edificio, la sede del Colegio de Arquitectos, cuya construcción en 1962 levantó polémica por romper absolutamente con el entorno arquitectónico de la zona. Su interés radica en los esgrafiados de la fachada, diseñados por Pablo Picasso.
   La calle dela Cucurulla lleva hasta la plaza del mismo nombre, una plaza que no es más que el ensanchamiento que produce la unión de las calles de la Cucurulla, de Boters y de la Portaferrissa. Allí se encuentra el Palau Castanyer, neoclásico, del que puede contemplarse su patio de entrada. A su lado se hallan una prestigiosa chocolatería con decoración ochocentista y un edificio modernista con una tienda filatélica que conserva su decoración original de 1904 en caoba tallada. En la calle de Boters hay numerosos establecimientos centenarios y varias librerías anticuarias interesantes.
   La calle de la Portaferrissa es mucho más larga, pues va a conectar con la Rambla, y constituye uno de los ejes comerciales más concurridos de este centro peatonal de la ciudad. En ella se suceden desde comercios de larga tradición hasta tiendas de la moda urbana más vanguardista, en una mezcla realmente atractiva. Las tiendas y el bullicioso ambiente atraen inevitablemente la atención del paseante, pero conviene también alzar la vista para contemplar las fachadas de algunas casas renacentistas y barrocas que asoman a la calle, como la renacentistas Casa Gralla, convertida en galería de arte.
Plaça Nova y avenida de la Catedral
   A través de la avenida del Portal de l'Àngel y su continuación por la breve calle dels Arcs se llega a la avenida de la Catedral, o, para ser más exactos, a la Plaça Nova, que en realidad conforma un extremo de la avenida. Es éste un espacio de notable amplitud, que ofrece una buena perspectiva de la alienación de edificios que ocupan el antiguo trazado de las murallas romanas. Algunos de ellos (la Casa de l'Ardiaca y la Pia Almoina) fueron construidos sobre aquellos muros defensivos, y aún se distingue perfectamente la impresionante sillería romana.
   La muralla romana fue levantada entre el 270 y el 310 d.C. y modificada por añadidos medievales y reconstrucciones posteriores. Tenía una longitud de 1.270 m., con un trazado ortogonal.
   La Plaça Nova era un espacio ocupado por los campos que circundaban la ciudad romana, y fue convertido en plaza en 1355. Allí se levantan las torres cilíndricas que flanquean el portal del Bisbe, la antigua Porta Praetoria que daba acceso a la ciudad romana por este sector. Frente al portal se puede ver el ideograma que forma la leyenda "Barcino" poesía visual realizada en bronce y aluminio por el artista Joan Brossa en 1992. Las torres que protegían las otras tres puertas de la ciudad romana fueron derribadas en el siglo XIX.
Textos de:
Xavier Martínez i Edo, Barcelona, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2009.
José Angel Cilleruelo y Xavier Martínez i Edo, Cataluña, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2006.

Enlace a la Entrada anterior de Barcelona**:
1251. BARCELONA** (X), capital: 18 de agosto de 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario