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lunes, 11 de mayo de 2020

2976. BARCELONA** (XVI), capital: 28 de febrero de 2019.

230. BARCELONA, capital. Portada del Pasaje del Crèdit, en la c/ Ferran.
231. BARCELONA, capital. Interior del Pasaje del Crèdit.
232. BARCELONA, capital. La Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, en la plaza de la Verónica, en las inmediaciones de la c/ d'Avinyó.
233. BARCELONA, capital. La Igl. dels Sants Just i Pastor.
234. BARCELONA, capital. Fuente gótica de la plaza dels Sants Just i Pastor.
235. BARCELONA, capital. Interior de la Igl. dels Sants Just i Pastor.
236. BARCELONA, capital. Retablo mayor de la Igl. dels Sants Just i Pastor.
237. BARCELONA, capital. Retablo de la Pasión, de Pedro Nunyes, en la Igl. dels Sants Just i Pastor.
238. BARCELONA, capital. Vista hacia los pies, del interior de la Igl. dels Sants Just i Pastor.
239. BARCELONA, capital. La Igl. de la Mercè.
240. BARCELONA, capital. Interior de la Igl. de la Mercè.
241. BARCELONA, capital. Retablo mayor de la Igl. de la Mercè.
242. BARCELONA, capital. La Virgen de la Mercè, en su Igl.
243. BARCELONA, capital. Perfil de la Virgen de la Mercè, en el camarín de su Igl.
244. BARCELONA, capital. Ante la Virgen de la Mercé, en el camarín de su Igl.
BARCELONA** (XVI), capital de la provincia y de la comunidad: 28 de febrero de 2019.
Calle de Ferran
   Desde la plaza de Sant Jaume salen las calles de Ferran y de Jaume I, dos vías de marcado carácter comercial en las que se suceden tiendas, cafeterías y restaurantes. Sin duda, dos calles que deben pasearse en este periplo por el Barri Gòtic.
   La calle de Ferran es la que une la plaza de Sant Jaume con la Rambla. Su aspecto actual se debe a las reformas que experimentó la zona durante las primeras décadas del siglo XIX En concreto, la calle fue inaugurada en 1824 en honor de Fernando VII, aunque curiosamente se conoce sólo por el nombre (Ferran, en catalán), sin el ordinal, quizás por el nefasto recuerdo que dejó el despótico monarca. Presenta un trazado completamente rectilíneo que responde, por tanto, al modelo de urbanismo neoclásico imperante en la época, y para muchos aún mantiene el carácter del romanticismo decimonónico. Lo cierto es que no sólo conserva la mayor parte de sus simétricas, sólidas y funcionales construcciones ochocentistas, sino también algunos detalles del mobiliario urbano de la época, en especial los vistosos faroles de gas de tres globos, que hoy, naturalmente, funcionan con electricidad.
   Aquí hay que aprovechar para ver algunos interiores, pues quedan aún varios establecimientos más que centenarios. En el número 7, una ortopedia abierta en 1830 permite contemplar una decoración interior en madera tallada de estilo isabelino; enfrente, la Casa Veciana (número 6) muestra una vistosa decoración modernista; y también es curioso el interior de la pastelería Massana (número 14), inaugurada en 1835.
   Cerca de la plaza de Sant Jaume se abre a la calle el pasaje del Crèdit, así denominado por la Sociedad de Crédito Inmobiliario, que lo edificó en 1879. Se trata de un modesto pero interesante ejemplo de los grandes pasajes o galerías cubiertas con estructura de hierro y cristal que tanto proliferaron durante el siglo XIX en muchas ciudades europeas. En el número 4 de este pasaje nació Joan Miró. Ya en su otro extremo, el pasaje desemboca en la Baixada de Sant Miquel, donde se halla el Palau dels Centelles o del Duc de Solferino, un gran edificio de líneas góticas con elementos ornamentales renacentistas, construido en 1574. El interior conserva un patio con escalera bajo porche gótico que sube hasta unas puertas decoradas con ángeles y atlantes renacentistas. Desde allí se puede llegar rápidamente hasta la famosa calle d'Avinyó.
Calle d'Avinyó
   Ésta es una de las calles más célebres del centro histórico de Barcelona, y ello se debe sin duda a un cuadro, Les demoiselles d'Avignon, una de las obras más ensalzadas de Pablo Picaso. La calle y su entorno fueron uno de los sectores preferidos por la alta burguesía barcelonesa a principios del siglo XIX, y por ello está repleta de edificios residenciales de notable arquitectura. Pero hacia finales de siglo el ambiente de la zona se fue degradando y, así, parece ser que un prostíbulo de esta calle inspiró a Picasso para realizar en 1907 la citada obra. De todas formas, el artista nunca confirmó esta afirmación, y tampoco hay datos sobre la existencia del supuesto burdel.
Plaza dels Sants Just i Pastor
   Ya hemos visto que desde la plaza de Sant Jaume salen la calle de Ferran por un lado y la de Jaume I por el otro. Esta última va a desembocar a la Via Laietana, pero antes de llegar a ella la estrecha calle de Dagueria permite acercarse hasta la plaza dels Sants Just i Pastor. Aquí se encuentra la iglesia del mismo nombre, una obra gótica cuya construcción se inició en 1345, muy probablemente sobre un templo anterior, y que presenta las características líneas horizontales del gótico catalán. Tras su austera fachada puede verse una única nave dividida en cinco tramos, con magnífica bóveda de crucería, seis capillas a cada lado y un ábside poligonal. Su altar mayor, dedicado a la Virgen de Montserrat, es neoclásico (1824). Entre las capillas laterales destaca la de Sant Feliu i la Santa Creu, presidida por un retablo de 1532 obra del portugués Pedro Nunyes. Sobre el altar de esta capilla aún se lleva a cabo la peculiaridad jurídica de poder jurar testamentos sacramentales, sin notario.
   La plaza dels Sants Just i Pastor fue creada en el siglo XIX al suprimirse el antiguo cementerio parroquial. Pero ya desde 1367 se encuentra en ese lugar la fuente gótica que aún hoy puede verse, la más antigua de Barcelona, reformada en época neoclásica. En un ángulo de la plaza destaca igualmente la fachada del Palau Moixó, revestida de esgrafiados y con un marcado carácter dieciochesco.
Calle Ample y barrio de la Mercè
   La parte del Barri Gòtic más cercana al puerto abarca una franja estrecha y alargada en la que, de hecho, ya no queda casi nada de su pasado medieval. Su urbanización inicial data de los siglos XIII y XIV, cuando la actividad comercial de la ciudad estaba casi completamente abocada al Mediterráneo y la ciudad se expandía hacia las playas, de ahí que recibiera el nombre de barrio del Mar. Situado por tanto entre el núcleo medieval y el mar, el barrio se halló fuera de las murallas hasta el siglo XVI.
   La plaza de la Mercè fue abierta no hace muchos años al derribarse toda una manzana de viejos edificios, en una acertada intervención urbanística. Está presidida por la fuente de Neptuno (un grupo escultórico del siglo XIX), y en ella se encuentra la iglesia de la Mercè, en la que se venera la imagen de la patrona de la ciudad. El origen de este templo es antiguo, probablemente del siglo XIII, pero fue completamente rehecho en la segunda mitad del XVIII y constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca de la ciudad, con vistosa fachada principal de muros cóncavos y frontispicio plano.
   Formaba parte del gran recinto conventual de la Mercè conjuntamente con el gran edificio vecino que desde 1846 alberga la Capitanía General, y al que se accede desde el paseo de Colom. La fachada lateral del templo, que da a la calle Ample, es gótico-flamígera (del siglo XV) y fue trasladada aquí en 1870 desde la desaparecida iglesia de Sant Miquel (que se encontraba junto al Ayuntamiento). La decoración interior fue destruida durante la Guerra Civil, pero conserva una talla de madera gótica (XIV) de la Virgen de la Mercè, obra de Pere Moragues.

Textos de:
Xavier Martínez i Edo, Barcelona, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2009.
José Angel Cilleruelo y Xavier Martínez i Edo, Cataluña, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2006.

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2975. BARCELONA** (XV), capital: 28 de febrero de 2019.

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