2981. BARCELONA** (XXI), capital: 1 de marzo de 2019.

312. BARCELONA, capital. Ante el Palau de la Música Catalana.

313. BARCELONA, capital. El Palau de la Música Catalana.

314. BARCELONA, capital. Decoración escultórica de la fachada del Palau de la Música Catalana.

315. BARCELONA, capital. Galería de la fachada del Palau de la Música Catalana.

316. BARCELONA, capital. En la taquilla del Palau de la Música Catalana.

317. BARCELONA, capital. Decoración del lateral del Palau de la Música Catalana.

318. BARCELONA, capital. Bóvedas de la planta baja (cafetería y hall de entrada) del Palau de la Música Catalana.

319. BARCELONA, capital. Lámpara de la escalera del Palau de la Música Catalana.

320. BARCELONA, capital. La Galería exterior del Palau de la Música Catalana.

321. BARCELONA, capital. En la galería exterior del Palau de la Música Catalana.

322. BARCELONA, capital. El escenario del Palau de la Música Catalana.

323. BARCELONA, capital. Detalle de la embocadura del escenario del Palau de la Música Catalana.

324. BARCELONA, capital. Detalle de la otra zona de la embocadura del escenario del Palau de la Música Catalana.

325. BARCELONA, capital. Detalle de la decoración del escenario del Palau de la Música Catalana.

326. BARCELONA, capital. Detalle de una de las escaleras del Palau de la Música Catalana.

327. BARCELONA, capital. Cúpula vidriada invertida del Palau de la Música Catalana.

328. BARCELONA, capital. Planta superior del Palau de la Música Catalana.

329. BARCELONA, capital. Detalle de la escalera del Palau de la Música Catalana.

330. BARCELONA, capital. Hall de entrada en el Palau de la Música Catalana.

331. BARCELONA, capital. Edificio anexo de ampliación del Palau de la Música Catalana.

BARCELONA** (XXI), capital de la provincia y de la comunidad: 1 de marzo de 2019.

LA RIBERA Y SANT PERE
   Ya hemos visto que antes de finalizar la Edad Media Barcelona había ampliado su espacio protegido por murallas más allá del núcleo primitivo, de lo que hoy conocemos como Barri Gòtic. A poniente se protegieron los primeros asentamientos que dieron lugar al barrio del Raval, y al otro lado del Gòtic sucedió lo mismo: el recinto amurallado se extendió durante la segunda mitad del siglo XIV hasta abrazar los que hoy son dos de los barrios más interesantes y entrañables de la Barcelona histórica: los barrios de Sant Pere y de la Ribera. Ambos quedan separados del Barri Gòtic por la Via Laietana y presentan una estructura anárquica, antigua, de calles estrechas e irregulares y de edificación caótica. En sus calles y plazas se van descubriendo desde magníficas edificaciones góticas hasta alguna emblemática joya del modernismo.
Palau de la Música Catalana**
   Construido entre 1905 y 1908 según el proyecto de Lluís Domènech i Montaner, ésta es sin duda una de las más espectaculares y significativas creaciones del modernismo catalán, obra maestra de este movimiento artístico y hoy referente de culto para los melómanos de todo el mundo. Se construyó para albergar la sede social del Orfeó Català, una institución coral fundada por los maestros Lluís Millet y Amadeo Vives, pero en realidad el Palau de la Música fue concebido para manifestar con solemnidad el renacimiento del arte y la cultura catalanes bajo el impulso de la pujante burguesía industrial, ávida de señas de identidad culturales y políticas.
   El exterior es en gran medida de obra vista, mostrando el ladrillo como principal material constructivo, pero la combinación de tan poco noble material con una profusa decoración de mosaico cerámico consigue un efecto estético perfecto. El edificio es esquinero, y en el ángulo que conforman sus dos fachadas exhibe una voluminosa decoración escultórica de Miquel Blay. Ya en el interior, el vestíbulo, las escaleras... son un preludio de la sala de conciertos, pues no hay en ellos ningún rincón exento de gracia ornamental.
   La sala de conciertos presenta una planta oval, con platea y dos pisos, con capacidad para 2.000 espectadores y pensada fundamentalmente para obtener la mejor acústica; pero ello no impidió que se incorporara una exuberante decoración, pletórica en simbolismo e imaginación, con paredes revestidas de cerámica vidriada, relieves, esculturas y vitrales de color que la convierten en una sala espectacular, impactante para el que accede a ella por primera vez. Quizás lo más deslumbrante sea la cúpula, con la enorme y colorida vidriera invertida, que se ha convertido en el elemento más famoso del conjunto. El escenario está decorado con bustos de Beethoven y de Josep Anselm Clavé, con valquirias wagnerianas y dieciocho hadas o musas con instrumentos musicales. Miquel Blay, Eusebi Arnau y Pablo Gargallo son los principales creadores de esta decoración.

Textos de:

Xavier Martínez i Edo, Barcelona, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2009.

José Angel Cilleruelo y Xavier Martínez i Edo, Cataluña, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2006.

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2980. BARCELONA** (XX), capital: 1 de marzo de 2019.