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sábado, 9 de mayo de 2020

2974. BARCELONA** (XIV), capital: 28 de febrero de 2019.

198. BARCELONA, capital. El Palau de la Generalitat.
199. BARCELONA, capital. San Jorge, en la fachada del Palau de la Generalitat.
200. BARCELONA, capital. El Ayuntamiento.
201. BARCELONA, capital. Otra representación de San Jorge en la plaza de Sant Jaume.
202. BARCELONA, capital. Fachada gótica del Ayuntamiento, en la c/ de la Ciutat.
203. BARCELONA, capital. Restos del Templo de Augusto.
204. BARCELONA, capital. La Casa dels Canonges.
205. BARCELONA, capital. Torre y ábside de la Catedral de Sta. Cruz y Sta. Eulalia.
206. BARCELONA, capital. Otra visión del ábside y torre de la Catedral de Sta. Cruz y Sta. Eulalia.
207. BARCELONA, capital. La Plaza del Rei con el Palau Reial Major al fondo.
208. BARCELONA, capital. Otra perspectiva de la plaza del Rei con el Palau del Lloctinent, el mirador del Rei Martí y el Palau Reial Major.
209. BARCELONA, capital. La cap. real de Sta. Àgata, con la escultura de Chillida, en la plaza del Rei.
210. BARCELONA, capital. Esquina del Palau del Lloctinent.
211. BARCELONA, capital. Patio del Palau del Lloctinent.
BARCELONA** (XIV), capital de la provincia y de la comunidad: 28 de febrero de 2019.
Plaza de Sant Jaume**
   Éste es el corazón histórico de la ciudad. La plaza de Sant Jaume constituye el cruce de los principales eje de la Barcino romana, el cardus y el decumanus, aunque su fisonomía actual data de 1823, cuando se realizó la última remodelación del lugar y se ganó espacio derribándose la antigua iglesia de Sant Jaume, que da nombre a la plaza.
   Desde la Edad Media esta plaza es también el centro del poder político en la ciudad, pues a ella asoman, frente a frente, el Ayuntamiento (o Casa de la Ciutat) y el Palau de la Generalitat. Aquí se condensa, pues, buena parte de la historia de Barcelona y de Cataluña.
Palau de la Generalitat**. La fachada del Palau de la Generalitat que da a la plaza de Sant Jaume fue construida entre 1597 y 1602 bajo la dirección del arquitecto Pere Blai. Presenta un aspecto claramente italianizante, y está considerado el mejor ejemplo de arquitectura renacentista en Barcelona. La imagen de San Jorge que luce es posterior, de 1866. Pero tras la vistosa fachada renacentista se esconde un heterogéneo conjunto de construcciones que corresponden a diversas épocas. Dado que alberga la institución de gobierno autonómico de Cataluña, el palacio sólo puede visitarse los fines de semana.
   En el año 1289 las Cortes Catalanas, concebidas como una representación la totalidad o "generalidad" de Cataluña, crearon una comisión para la recaudación de los impuestos que las Cortes otorgaban al rey. Aquella comisión estaba integrada por diputados de los tres estamentos: militar o nobiliario, eclesiástico y popular o real (representantes de los gremios y ciudadanos de las poblaciones sometidas directamente al rey), y recibió el nombre de Diputación del General o Generalidad.
   Éste es el origen de la Generalitat de Catalunya, que fue adquiriendo mayor importancia a partir de principios del siglo XV, al ir sustituyendo al poder real para convertirse en brazo ejecutor de las decisiones de las Cortes Catalanas. De esa época data el sector más antiguo del actual Palau de la Generalitat, uno  de los pocos edificios medievales de Europa que continúa siendo sede de la misma institución que ordenó su construcción.
   Así, el Palau tiene su origen en 1403 con la expropiación de dos casas del Call judío, a las que se accedía desde la calle de Sant Honorat y en las que se emplazó la sede permanente de los representantes de las Cortes. Posteriormente se fueron incorporando de forma desordenada algunas construcciones y solares vecinos, hasta que se encargaron al maestro Marc Safont las reformas que, de hecho, sustituyeron completamente a los edificios originales y crearon el palacio gótico que aún hoy se conserva. Los trabajos se ejecutaron  entre 1410 y 1425. Desde el exterior se pueden ver, de aquella época, la austera fachada gótica de la calle de Sant Honorat (en aquel momento fachada principal) y la de la calle del Bisbe. Esta última, que era en su origen la tapia de un huerto de la parte posterior del palacio, incorpora una magnífica portada de estilo gótico flamígero realizada por el propio Marc Safont en 1416, y decorada por Pere Joan. Entre su decoración destaca un medallón con la representación de San Jorge que data de 1418.
Ayuntamiento**. En contraste con la elegancia de la fachada renacentistas de influencia italiana que luce el Palau de la Generalitat, su vecino de enfrente, el Ayuntamiento, muestra en la plaza de Sant Jame un aspecto realmente poco atractivo, con una sobria y purista fachada neoclásica levantada en el siglo XIX. Sin embargo, como ocurre con la Generalitat, tras su fachada principal se esconden unas fascinantes entrañas que son un compendio de estilos arquitectónicos.
   Este edificio tiene su origen en 1370, cuando el consejo que gobernaba la ciudad, el Consell de Cent, hizo construir un salón para sus reuniones, el Saló de Cent, que aún hoy forma parte del edificio. La fachada principal más antigua, gótica, puede contemplarse en la estrecha calle de la Ciutat (la calle que hereda el trazado del cardo romano). Está fechado entre 1399 y 1402, y presenta un gran portal con arco apuntado presidido por una imagen del arcángel San Rafael y los escudos de la ciudad y del rey Pere el Cerimoniós. Esta puerta sólo se abre durante la festividad de Santa Eulalia, co-patrona de la ciudad.
El templo de Augusto
   La colonia romana u oppidum de Barcino tenía su centro vital, el forum, en el punto en que confluían sus dos ejes centrales, el cardo y el decumanus, que hoy coincide aproximadamente con la actual plaza de Sant Jaume. Muy cerca se halla el punto más elevado del antiguo Mons Taber, donde hacia finales del siglo I a.C. nació Barcelona. Una rueda de molino implantada sobre el pavimento en el lugar donde la calle de Paradís gira en ángulo recto (frente al número 10), recuerda el punto exacto de esa máxima elevación del Mons Taber. Y prácticamente al lado se hallaba el templo romano de Augusto. Dentro del edificio gótico que hay junto a la citada rueda de molino, y que es la sede del Centre Excursionista de Catalunya,pueden verse cuatro columnas corintias íntegras, situadas sobre un podio y unidas por restos de la cornisa, que constituyen los únicos vestigios de aquel templo construido a principios del siglo I d.C.
Plaza del Rei**
   A la espalda de la catedral se esconde uno de los rincones más fascinantes, sugestivos y emblemáticos de Barcelona, la plaza del Rei. Si la catedral y los edificios de su entorno (Casa de l'Ardiaca, Palau del Bisbe, Casa dels Canonges...) están vinculados al poder religioso en época medieval, esta recoleta plaza es la herencia del escenario del poder político y el reflejo del esplendor de la ciudad y de Cataluña en esa misma época.
   Se trata de un espacio rodeado por varias edificaciones que en su conjunto conforman el Palau Reial Major, y que se construyeron adosadas a la primitiva muralla romana. Así, la arquitectura medieval es protagonista única de toda la plaza, sin excepciones, con un único detalle complementario: la escultura de Eduardo Chillida que el propio autor decidió emplazar en la entrada del recinto, y que consigue una armónica relación entre la contemporaneidad de la obra y la estampa medieval de la plaza. El atractivo del lugar queda aún más remarcado por el silencio y el sosiego que desprende tan escondido rincón. En verano la plaza se convierte en escenario ocasional de actuaciones musicales o teatrales.
El Palau Reial Major** tiene su origen en el siglo X, aunque ya desde el siglo anterior los condes de Barcelona  residían en el lugar, y los historiadores no descartan que allí estuviera también anteriormente la residencia de reyes visigóticos como Ataulfo, que en el siglo V instaló su corte en la ciudad, e incluso de los pretores romanos. En cualquier caso, el palacio que hoy podemos contemplar fue rehecho en el siglo XI, y aun ampliado posteriormente hasta el siglo XIV. En él residieron los monarcas de la Corona de Aragón desde el siglo X hasta el XV.
   En su austera fachada sobresalen tres monumentales arcos que unen los contrafuertes del edificio y que están adosados a los primitivos muros del palacio románico que mandó edificar Ramon Berenguer IV. Las ventanas románicas fueron tapiadas, pero pueden apreciarse desde el interior, y en su lugar se abrieron los ventanales en forma de tríptico y los rosetones góticos. Bajo un soberbio arco gótico hay una escalinata rinconera semicircular (s. XVI) que da acceso desde la plaza a la sala más impresionante del conjunto, el Saló del Tinell, un perfecto espacio gótico (1359-1370) que denota grandeza y solemnidad, y bajo cuyos seis enormes arcos de medio punto y su techumbre de madera policromada los Reyes Católicos recibieron a Colón tras su primer viaje al Nuevo Mundo. Hoy la sala está destinada a exposiciones, conciertos y actos solemnes. Contigua al salón está la capilla real de Santa Àgata, capilla palatina del siglo XIV, de una sola nave también cubierta con madera policromada y que guarda un retablo gótico realizado por Jaume Huguet  en 1465. Completa el edificio el llamado mirador del Rei Martí, una atalaya renacentista de cuatro cuerpos con galerías de siete arcos en cada uno, construida en 1555 y que se levanta en un ángulo de la plaza.
   Para completar la visión exterior del conjunto puede rodearse la capilla de Santa Àgata y contemplarla desde la plaza de Ramon Berenguer III, ya tangente a la Via Laietana. Desde ese punto se puede observar cómo el edificio gótico fue levantado aprovechando las murallas romanas, que aquí tienen uno de los tramos mejor conservados. En el centro de esta plaza se halla una estatua ecuestre de Ramon Berenguer III, obra de Josep Llimona.
Palau del Lloctinent*. A la izquierda del conjunto monumental queda la parte posterior del Palau del Lloctinent, una construcción renacentista (s. XVI), austera pero elegante, con portales con grandes dovelas encarados a la plaza del Rei. En su interior esconde vistosos elementos arquitectónicos y ornamentales, entre los que destacan el patio central con grandes arcos escarzanos en la planta baja, una galería de inspiración toscana en la planta superior y una gran escalera de acceso con una excepcional techumbre de madera tallada. Desde 1838 a 1993 este edificio albergó una de las instituciones archivísticas más antiguas de Europa, el Archivo General de la Corona de Aragón.
Textos de:
Xavier Martínez i Edo, Barcelona, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2009.
José Angel Cilleruelo y Xavier Martínez i Edo, Cataluña, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2006.

Enlace a la Entrada anterior de Barcelona**:
2973. BARCELONA** (XIII), capital: 28 de febrero de 2019.

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