Las primeras 450 entradas de este blog las puedes consultar en el enlace Burguillos Viajero.

miércoles, 13 de mayo de 2020

2978. BARCELONA** (XVIII), capital: 1 de marzo de 2019.

265. BARCELONA, capital. El Pal. de la Virreina.
266. BARCELONA, capital. Uno de los patios del Pal. de la Virreina.
267. BARCELONA, capital. Ante el Mercado de la Boqueria.
268. BARCELONA, capital. Uno de los puestos del Mercado de la Boquería.
269. BARCELONA, capital. Otro de los puestos del Mercado de la Boquería ... será por huevos ...
270. BARCELONA, capital Ante otro de los puestos del Mercado de la Boquería.
271. BARCELONA, capital. La entrada al Mercado de la Boqueria.
272. BARCELONA, capital. La pastelería Escribà.
273. BARCELONA, capital. La Igl. de Sant Agustí.
274. BARCELONA, capital. Interior de la Igl. de Sant Agustí.
275. BARCELONA, capital. La Esperanza Macarena en su cap. de la Igl. de Sant Agustí.
276. BARCELONA, capital. El Gran Poder en su cap. de la Igl. de Sant Agustí.
277. BARCELONA, capital. Portada de la Igl. del Hosp. de Sta. Creu.
278. BARCELONA, capital. Portada del Hosp. de Sta. Creu.
279. BARCELONA, capital. Uno de los patios del Hosp. de Sta. Creu.
280. BARCELONA, capital. Escalera en el patio del Hosp. de Sta. Creu.
281. BARCELONA, capital. Crucero en el interior del Hosp. de Sta. Creu.
282. BARCELONA, capital. Ventana del Hosp. de Sta. Creu.
283. BARCELONA, capital. Otro ángulo del patio del Hosp. de Sta. Creu.
BARCELONA** (XVIII), capital de la provincia y de la comunidad: 1 de marzo de 2019.
Rambla de les Flors**
   A partir de la calle del Carme, la Rambla recibe los nombres de Rambla de les Flors o de Sant Josep. El primero de ellos se debe a que en este sector se localizan los quioscos de flores y plantas que tanta vida y colorido otorgan al paseo central de la Rambla, y cuya implantación en el lugar se remonta al día de corpus de 1853; el segundo nombre proviene de la antigua presencia del convento de Sant Josep, fundado en 1593 en el lugar donde actualmente se encuentran el Palau de la Virreina y el mercado de la Boquería. 
Palau de la Virreina. Descendiendo por este sector de la Rambla el primer edificio de interés que se encuentra es el Palau de la Virreina (número 99), una construcción de estilo rococó realizada entre 1772 y 1776 por encargo de Manuel d'Amat i de Junyent, quien fue virrey de Perú. Amat no llegó a residir en ella, pues murió antes de ver finalizada la obra, pero en el palacio se instaló su viuda, motivo por el que se conoce como Palau de la Virreina y del virrey. Curiosamente, sin embargo, hay quien afirma que el palacio fue construido para la amante del virrey, Micaela Villegas, la Perricholi, una bailarina de origen peruano. En cualquier caso, el edificio está considerado como la mejor muestra de arquitectura civil catalana del siglo XVIII. Su fachada se organiza a base de pilastras corintias, y destaca su cuerpo central, coronado por una balaustrada con grandes jarrones. En 1944 fue adquirido por el Ayuntamiento, y en la década de 1980 la escritora María Aurélia Capmany, entonces concejala de Cultura, se ocupó de su rehabilitación para albergar la concejalía. En la planta baja se ubica actualmente una interesante librería especializada en temática barcelonesa, una tienda de artículos musicales y una oficina de información turística, además de varias salas para exposiciones temporales.
Mercado de la Boqueria*. Poco más abajo se halla otro de los espacios emblemáticos de la Rambla y de Barcelona: el mercado de Sant Josep o, popularmente de la Boqueria (número 101). Fue fundado en 1840 sobre el solar que dejó el antiguo convento de los carmelitas descalzos de Sant Josep, desaparecido a raíz de la desamortización eclesiástica de principios del siglo XIX. La cubierta data de 1914. El mercado se ha convertido en el más célebre de la ciudad, famoso por la calidad, la variedad e incluso el exotismo de los productos que en él se venden. Merece la pena entrar a visitarlo, disfrutar de la amalgama de colores y olores y observar el simpático y enérgico quehacer de los vendedores.
   Sin dejar la misma acera de la Rambla, después de la Boqueria conviene dedicar la atención a una serie de tiendas de gran personalidad. En primer lugar la célebre pastelería Escribà (esquina con la calle de la Petxina), en la antigua Casa Figueras, que conserva plenamente la decoración modernista realizada por Antoni Ros en 1902. También tienen su encanto la tienda del vaciador Mateu Bové (1870) y la antigua farmacia Genové (número 77, actualmente sede de un organismo municipal), que ocupa un edificio modernista de 1911 proyectado por Enric Sagnier.
   El edificio más vistoso de este sector de la Rambla se halla en la acera opuesta. Se trata de la Casa Bruno Cuadros, cuyos bajos están hoy ocupados por una entidad bancaria. Este edificio fue remodelado en 1885 por Josep Vilaseca, quien incorporó diversos detalles decorativos orientalistas, como el gran dragón chino suspendido en la esquina y que se ha convertido en uno de los elementos más fotografiados de toda la Rambla.
Museu de l'Eròtica. No cabe duda de que, dada su temática, éste es uno de los museos más singulares de la ciudad (Rambla, 96).
Antiguo Hospital de la Santa Creu*
   La calle del Carme es penpendicular a la Rambla y permite adentrarse en el sector central del Raval. Desde ella se accede al antiguo Hospital de la Santa Creu, pero además un paseo por esta calle ofrece la posibilidad de descubrir otros lugares interesantes , como la chocolatería Garriga (número 3), fundada en 1850 y que conserva su decoración ochocentista, los almacenes El Indio (número 24), con decoración modernista de 1922, la distribuidora de los naipes Heraclio Fournier (número 29), con su curioso cartel, o uno de los bares modernistas de Barcelona, el Muy Buenas (número 63).
   La calle del Carme acaba uniéndose a la de l'Hospital, formando una confluencia en la que se abre la diminuta plaza del Pedró. Aquí puede verse una imagen de Santa Eulàlia que es la estatua pública más antigua de la ciudad (1673); la fuente que hay a los pies de la santa data de 1876. En la misma plaza asoma la iglesia de Sant Llàtzer, uno de los modestos edificios románicos que perviven en Barcelona, herencia de un antiguo hospital de leprosos que hubo aquí en la Edad Media.
   Entre la calle del Carme y la calle de l'Hospital, dos antiguos caminos que salían de Barcelona hacia el Llobregat, se encuentra el antiguo Hospital de la Santa Creu, una de las joyas medievales de Barcelona. Su construcción se inició en el año 1401 por iniciativa de la institución de gobierno de la ciudad en la época, el Consell de Cent, con el objetivo de integrar varios pequeños hospitales ya existentes en una única y modélica institución sanitaria.
   El edificio, obra del arquitecto Guillem Abiell, constaba inicialmente de cuatro naves de dos plantas situadas en torno a un patio rectangular porticado con magníficos arcos ojivales. Pero a partir de 1509 se amplió hacia el lado de poniente, suprimiéndose una de las naves originales para construirse otras en torno a un nuevo claustro porticado unido al primero; en este segundo patio destacan las escalinatas que dan acceso a la parte alta de las naves y el portal flamígero del archivo nuevo; también es de esa época la portada plateresca de la calle de l'Hospital.
   Entre 1629 y 1680 se construyó, en el ángulo noroeste del hospital, la Casa de Convalescència, estructurada igualmente en torno a un patio central porticado de doble planta, con la galería o loggia superior de inspiración toscana, y en cuyo centro se erige un templete (sobre la antigua cisterna) coronado por una imagen de san Pablo; cabe destacar la capilla barroca de la primera planta, con pinturas de Antoni Viladomat realizadas en 1703.
   En el mismo patio que da acceso a la Casa de Convalescència se halla el tercer gran edificio que completa el conjunto hospitalario, la Acadèmia de Medicina. Es una obra de líneas neoclásicas, muy sobria, levantada en 1672 bajo la dirección del arquitecto Ventura Rodríguez.
   A finales del siglo XIX el hospital había quedado desbordado y obsoleto por el crecimiento de la ciudad y los nuevos avances en medicina e higiene, por lo que se decidió construir el nuevo hospital de la Santa Creu i Sant Pau, obra emblemática del modernismo catalán levantada entre 1902 y 1930 en lo que hoy es un extremo del Eixample.
   Como consecuencia, las viejas instalaciones hospitalarias se dedicaron a otros usos. Entre las diversas entidades que se instalaron aquí destacan el Institut d'Estudis Catalans, la prestigiosa escuela de arte Massana, y la Biblioteca de Catalunya. No se puede dejar de visitar la sala de lectura de la biblioteca, que ocupa una de las naves góticas del edificio y que constituye, sin duda, la parte más fascinante de la visita al conjunto.
   Al igual que hemos recomendado un paseo por la calle del Carme antes de visitar el viejo Hospital, también proponemos retornar a la Rambla mediante un atento paseo por la calle de l'Hospital, ya que acoge interesantes edificios: una tienda con fachada y escaparate art déco (número 111); la farmacia modernista Sastre i Marquès, obra de Josep Puig i Cadafalch (1906); la adornada fachada de la casa Gené (número 83), obra de Josep Fontseré (1850); el teatro Romea (1863), todo un referente de la vida cultural en la ciudad; la sencilla plaza de Sant Agustí, presidida por un busto del actor Iscle Soler que realizó Pablo Gargallo en 1916, (y por el antiguo convento de San Agustín, situado en el barrio de la Ribera, semiderruido en 1718 a causa de la construcción de la fortaleza de la Ciudadela, tras el triunfo de la causa borbónica en la Guerra de Sucesión Española. Se construyó entonces un nuevo convento e iglesia en el Raval, entre las calles del Hospital y de San Pablo. El proyecto original era del ingeniero militar francés Alexandre de Retz, en estilo neoclásico, pero la construcción fue llevada a cabo por el maestro de obras Pere Bertran​ Los primeros planos, de 1728, estaban firmados por Pere Bertran, fray Agustí Minvart, fray Antonio Mora y Francisco Torrents.​ La primera piedra del nuevo convento de San Agustín se puso el 12 de diciembre de 1728. En 1739 se hizo cargo de las obras Pau Trullàs. La fachada de la iglesia fue proyectada por Pere Costa en 1735.​ La iglesia se inauguró en 1760. En el siglo XIX una serie de incidentes afectaron negativamente a la comunidad agustina, que tuvo que abandonar el lugar. En 1835 el convento fue incendiado en el transcurso de los motines anticlericales de ese año, perdiéndose toda la ornamentación interior. Ese mismo año fue afectado por la desamortización de Mendizábal, en que se perdió el convento y el claustro;​ cuatro años después la iglesia pasó a ser parroquia dependiente de la diócesis. Durante la Guerra Civil Española quedó mutilada el ala situada en la calle Arc de Sant Agustí. La iglesia es sede canónica de la Hermandad del Gran Poder y de la Esperanza Macarena radicada en la ciudad.) o, en el número 11 de la corta travesía de l'Arc de Sant Agustí, la Fonda España, obra de Lluís Domènech i Montaner (1903).

Textos de:
Xavier Martínez i Edo, Barcelona, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2009.
José Angel Cilleruelo y Xavier Martínez i Edo, Cataluña, Guía Total. Ed. Anaya Touring. Madrid, 2006.

Enlace a la Entrada anterior de Barcelona**:
2977. BARCELONA** (XVII), capital: 1 de marzo de 2019.

No hay comentarios:

Publicar un comentario