1. SAHAGÚN, León. Igl. de San Lorenzo.
2. SAHAGÚN, León. Ábside y torre de la igl. de San Lorenzo.
3. SAHAGÚN, León. Igl. de San Tirso.
4. SAHAGÚN, León. Ábside y torre de la igl. de San Tirso.
5. SAHAGÚN, León. Zona del crucero de la igl. de San Tirso.
5. SAHAGÚN, León. Ruinas de la abadía benedictina.
6. SAHAGÚN, León. Arco de la fachada de la abadía benedictina.
7. SAHAGÚN, León. Torre del Reloj de la abadía benedictina.
SAHAGÚN (I), provincia de León: 31 de agosto de 2009.
Esta pequeña ciudad de la Tierra de Campos leonesa, final de etapa del Camino de Santiago, contó con uno de los más importantes monasterios de la España medieval. Es un núcleo importante del románico-mudéjar.
Las irregulares calles de Sahagún convergen hacia la Plaza Mayor, que aún mantiene cierto aire tradicional. Al norte de la plaza se encuentra la iglesia de San Lorenzo*, magnífica muestra del románico-mudéjar (siglo XIII) enclavada en el centro del antiguo barrio morisco. La obra de ladrillo posee especial gracia en la cabecera, formada por tres ábsides recorridos por arquerías ciegas en forma de herradura, y en la torre, cuyos cuatro cuerpos, los tres superiores con arcos abiertos, se elevan en anchura decreciente.
El espacio de mayor interés monumental, donde hace poco se han acometido algunas insuficientes obras de mantenimiento, se concentra en torno a la también mudéjar iglesia de San Tirso, más antigua que la de San Lorenzo (siglo XII) y como ella provista de una hermosa torre, decorada en este caso con ventanales geminados. Es también interesante la zona absidial del templo, muy reformada hasta tiempos recientes, que ofrece la particularidad de combinar la piedra de sillería con el ladrillo.
Al lado están las ruinas de la abadía benedictina que dio origen a la ciudad. Resulta imposible imaginar su antigua grandeza, ya que el conjunto es una sucesión de espacios muy descuidados donde queda muy poco de la obra original de los siglos XII y XIII. Sí permanecen en pie un monumental arco de la fachada renacentista (siglo XVII), bajo el que pasa la carretera, y la muy reformada torre del Reloj, de estilo neoclásico. En el cercano convento de monjas benedictinas, al que fueron trasladados los sepulcros de Alfonso VI y sus esposas, hay un museo en el que se exponen obras procedentes de la abadía, entre ellas una custodia* procesional de oro y plata debida a Enrique de Arfe (siglo XVI).
Por esta misma zona, pero ya a las afueras, el santuario de la Peregrina, del siglo XIII, es una iglesia perteneciente a un antiguo monasterio franciscano que conserva, entre añadidos posteriores, parte de su estructura mudéjar y delicados trabajos de yesería en el interior.
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