1. LABASTIDA, Álava. Ayuntamiento.
2. LABASTIDA, Álava. Palacio de los Salazar y Quintano.
3. LABASTIDA, Álava. Igl. de la Asunción.
4. LABASTIDA, Álava. Ermita del Cristo en El Bastión, y torre de la igl. de la Asunción.
5. LABASTIDA, Álava. Arco de Larrazuria desde el exterior.
6. LABASTIDA, Álava. Arco de Larrazuria desde el interior.
7. LABASTIDA, Álava. Casas señoriales en la Calle Mayor.
8. LABASTIDA, Álava. Aleros superpuestos de casas señoriales.
9. LABASTIDA, Álava. Otra casa palaciana de la villa.
LABASTIDA* (I), provincia de Álava: 4 de agosto de 2010.
Posada en la falda del monte Toloño y oteando sus tierras y viñedos que llegan hasta el Ebro, fue en el pasado una población fronteriza que floreció en el Siglo de Oro. En la actualidad ha recuperado un alto nivel de vida gracias a los vinos que comercializan sus bodegas y al turismo veraniego, particularmente el procedente de Bilbao.
El recorrido puede empezarse desde la Plaza Mayor, denominada de la Paz, donde se encuentra el Ayuntamiento*, del siglo XVIII, porticado y con bella fachada barroca. A su lado se alza el magnífico palacio de los Salazar y Quintano, rehabilitado para Casa de Cultura, y enfrente, un poco ladeada, la iglesia renacentista de la Asunción, comenzada a finales del siglo XVI y terminada en la segunda mitad del XVII. La sacristía, casi exenta, se comenzó en 1711 y es de planta ochavada, rematada de crestería. La plaza se adorna con una fuente barroca.
Desde la iglesia puede subirse por la calle del Olmo a la plaza del Olmo, en otro tiempo centro neurálgico de la villa, como lo demuestran las casas de sillería que se conservan y las ruinas que se ven por doquier. sobre la calle del Cristo se eleva un ancho camino escalonado que lleva hasta El Bastión; antes se deja a un lado el arco del Olmo, una de las antiguas puertas de la villa. Con el nombre de El Bastión se denomina al cerro fortificado de La Mota, donde se encuentra la ermita del Cristo*, románica, reformada en el siglo XVI. De ella destaca su magnífica portada románica.
Otra vez abajo, se ha de recorres la Calle Mayor, hacia del arco de Larrazuria, puerta de ingreso a la villa de comienzos del XVIII, que enlaza ésta con la calle de Larrazuria, que tiene edificios interesantes y el típico rincón de la calle y la plazuela de Don Andrés Castillo. La Calle Mayor luce varias casas palacianas, entre las que sobresalen la de los Garizabal y la construida por Diego Martínez de Paternina y Samaniego (siglo XVI), reformada en el XVII y XVIII. Ambas tienen grandes blasones y esta última un bello balcón esquinero.
La calle Frontín, así llamada por tener una fuente con un pequeño frontón triangular de adorno (fue trasladada a la calle del Otero), es la continuación de la Calle Mayor. Presenta bastantes casas palacianas, la mayor parte con blasones, y algunas con bellos aleros tallados. A la salida de la calle había otro arco que desapareció en 1686 al construirse la casa solariega de los números 29 y 31. Si se quiere obtener una buena vista de Labastida , puede hacerse desde la calle del Otero, al otro lado de la carretera, después de la plaza de Manuel Quintana.
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