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lunes, 9 de febrero de 2015

1058. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA* (I), La Rioja: 5 de agosto de 2010.

1. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Vista del conjunto monacal.

2. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Emplazamiento del mon.

3. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Fachada del mon.

4. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Portada de la igl. del mon.

5. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Interior de la igl. del mon.

6. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Ntra. Sra. de Valvanera.

7. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Claustro-galería.

8. MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA, La Rioja. Muros del conjunto monacal.

MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE VALVANERA* (I), provincia de La Rioja: 5 de agosto de 2010.
   En un hermoso paraje de robles y hayas, con magníficas panorámicas del valle y las vecinas sierras de San Lorenzo y las Peñas de Oro.
   En el Monasterio de Valvanera*, se venera a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja y de Cameros. Según la leyenda, la imagen fue encontrada en el interior de un árbol.
   El emplazamiento del monasterio, con las alturas del pico de San Lorenzo (2.271 m, cumbre de La Rioja) y otras cimas a la vista, es realmente soberbio. Se trata de un conjunto de edificios, de aspecto gótico, construidos en piedra de un vivo color rosa y reedificados sucesivas veces tras diversos incendios.
   El lugar, además de su envidiable ubicación, posee un gran valor simbólico, ya que en su iglesia, templo de una sola nave del último gótico (siglos XV-XVI), se venera a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja y de Cameros. La imagen es románica, probablemente del siglo XII, aunque muy resturada. Unas escaleras en el interior del templo permiten subir hasta el camarín y contemplarla de cerca. Según la leyenda, fue encontrada en el interior de un árbol por un asaltante de caminos llamado Nuño o Munio que, arrepentido de sus fechorías, se había retirado a hacer vida eremítica en la cueva de Trómbalos, cercana a Anguiano.
   Junto a la iglesia discurre un claustro-galería, magnífico mirador, que conduce hacia las dependencias monacales. Próxima al templo, bajo un imponente peñasco, se encuentra la ermita del Cristo, reedificada en 1782. El monasterio está atendido por una comunidad benedictina, dispone de una buena hospedería y es un centro idóneo para realizar excelentes exursiones.

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