1. ELCIEGO, Álava. Igl. de San Andrés.
2. ELCIEGO, Álava. Torres y galería de la igl. de San Andrés.
3. ELCIEGO, Álava. Ayuntamiento en la plaza Mayor.
4. ELCIEGO, Álava. Casa señorial de los Navarrete-Ladrón de Guevara.
5. ELCIEGO, Álava. Espectacular hotel de la Ciudad del Vino de las bodegas Marqués de Riscal.
6. ELCIEGO, Álava. Otra espectacular vista del hotel de las bodegas Marqués de Riscal.
7. ELCIEGO, Álava. Zona de entrada al hotel de las bodegas Marqués de Riscal.
8. ELCIEGO, Álava. Una última vista del hotel de las bodegas Marqués de Riscal.
ELCIEGO* (I), provincia de Álava: 4 de agosto de 2010.
Pequeña villa de la Rioja alavesa, conocida por sus bodegas, algunas de ellas productoras de vinos de crianza entre los más reconocidos, muestra en su casco histórico un rostro antiguo y próspero bien conservado.
Puede empezarse la visita a la ciudad por la iglesia parroquial de San Andrés, renacentista y con dos hermosas torres pentagonales desiguales y una bonita galería de arcos rebajados sobre el pórtico. En el interior destaca la concha avenerada, totalmente pintada, que acoge un retablo del siglo XVII y el coro plateresco con su frente decorado con grutescos y bajorrelieves. De la iglesia parte la calle de la Concepción, que se cruza con la del Barco, formando una especie de plazoleta.
La calle del Barco viene a ser la calle principal, con buenas casas de sillería, algunas señoriales, como los números 15 y 11. Otra calle que la cruza es la de San Andrés, bastante sinuosa y cuyo edificio más interesante es el número 21, ya casi sobre el río Mayor y la carretera. Volviendo a la calle del Barco, el número 3 tiene un precioso escudo y el 1, que es la casa de los Ramírez de la Piscina, un magnífico alero tallado y un escudo esquinado de excelente talla. Ambos dan a la Plaza Mayor y presentan hermosos balcones de forja.
La Plaza Mayor es coqueta y está presidida por el Ayuntamiento, edificio porticado del siglo XVII con un gran escudo. Enfrente se halla la ermita de Nuestra Señora de la Plaza, donde se venera la imagen de la patrona de la localidad, una talla románico-gótica, del tipo de las Andra Mari tan frecuentes en Euskadi.
De aquí nace, como continuación de la del Barco, la calle del Norte, en la que se halla la casa señorial de los Navarrete-Ladrón de Guevara (números 2, 4 y 6), en la que destacan las labores de forja y la talla del alero y del escudo esquinero que da a la plaza. También los números 24 y 26 son buenos ejemplos de casas solariegas. Termina la calle del Norte en la plazoleta del Calvario. La calle del Rollo sube desde el otro lado de la ermita y llega hasta el extremo noroeste de la población, donde se encuentra el Rollo de Justicia, erigido para conmemorar su independencia de Laguardia.
De la plazuela de la Florida nacen las calles Capitán Galarza y Cantón de la Concepción. La primera tiene, en el número 16, una bella casa señorial barroca; la segunda es la que baja más o menos paralela a la del Barco, la cruza y llega hasta la iglesia.
Los alrededores de Elciego cuentan con importantes bodegas de vino de Rioja Alavesa. La más llamativa, sin duda, es la de Marqués de Riscal dentro del conjunto conocido como Ciudad del Vino que, junto a la sede histórica de la casa, se inauguró a finales de 2006 un sorprendente edificio metálico de estructura retorcida diseñado por el arquitecto Frank Gehry. El complejo está constituido por un conjunto de edificios y bodegas derivados de la continua ampliación de sus instalaciones, las cuales giran entorno a la bodega original de 1860, destinada hoy en día a la crianza de vinos en barricas de roble que descansan bajo potentes bóvedas de sillería.
La Ciudad del Vino cuenta además con un hotel de la más alta gama, dotado de instalaciones de vinoterapia para experimentar los efectos revitalizadores de los caldos riojanos y de un restaurante de cocina de autor. Es posible la visita a las bodegas.
Puede empezarse la visita a la ciudad por la iglesia parroquial de San Andrés, renacentista y con dos hermosas torres pentagonales desiguales y una bonita galería de arcos rebajados sobre el pórtico. En el interior destaca la concha avenerada, totalmente pintada, que acoge un retablo del siglo XVII y el coro plateresco con su frente decorado con grutescos y bajorrelieves. De la iglesia parte la calle de la Concepción, que se cruza con la del Barco, formando una especie de plazoleta.
La calle del Barco viene a ser la calle principal, con buenas casas de sillería, algunas señoriales, como los números 15 y 11. Otra calle que la cruza es la de San Andrés, bastante sinuosa y cuyo edificio más interesante es el número 21, ya casi sobre el río Mayor y la carretera. Volviendo a la calle del Barco, el número 3 tiene un precioso escudo y el 1, que es la casa de los Ramírez de la Piscina, un magnífico alero tallado y un escudo esquinado de excelente talla. Ambos dan a la Plaza Mayor y presentan hermosos balcones de forja.
La Plaza Mayor es coqueta y está presidida por el Ayuntamiento, edificio porticado del siglo XVII con un gran escudo. Enfrente se halla la ermita de Nuestra Señora de la Plaza, donde se venera la imagen de la patrona de la localidad, una talla románico-gótica, del tipo de las Andra Mari tan frecuentes en Euskadi.
De aquí nace, como continuación de la del Barco, la calle del Norte, en la que se halla la casa señorial de los Navarrete-Ladrón de Guevara (números 2, 4 y 6), en la que destacan las labores de forja y la talla del alero y del escudo esquinero que da a la plaza. También los números 24 y 26 son buenos ejemplos de casas solariegas. Termina la calle del Norte en la plazoleta del Calvario. La calle del Rollo sube desde el otro lado de la ermita y llega hasta el extremo noroeste de la población, donde se encuentra el Rollo de Justicia, erigido para conmemorar su independencia de Laguardia.
De la plazuela de la Florida nacen las calles Capitán Galarza y Cantón de la Concepción. La primera tiene, en el número 16, una bella casa señorial barroca; la segunda es la que baja más o menos paralela a la del Barco, la cruza y llega hasta la iglesia.
Los alrededores de Elciego cuentan con importantes bodegas de vino de Rioja Alavesa. La más llamativa, sin duda, es la de Marqués de Riscal dentro del conjunto conocido como Ciudad del Vino que, junto a la sede histórica de la casa, se inauguró a finales de 2006 un sorprendente edificio metálico de estructura retorcida diseñado por el arquitecto Frank Gehry. El complejo está constituido por un conjunto de edificios y bodegas derivados de la continua ampliación de sus instalaciones, las cuales giran entorno a la bodega original de 1860, destinada hoy en día a la crianza de vinos en barricas de roble que descansan bajo potentes bóvedas de sillería.
La Ciudad del Vino cuenta además con un hotel de la más alta gama, dotado de instalaciones de vinoterapia para experimentar los efectos revitalizadores de los caldos riojanos y de un restaurante de cocina de autor. Es posible la visita a las bodegas.
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