1. PUENTE LA REINA, Navarra. Igl. del Crucifijo.
2. PUENTE LA REINA, Navarra. Torre y pórtico de la igl. del Crucifijo.
3. PUENTE LA REINA, Navarra. Portada de la igl. del Crucifijo.
4. PUENTE LA REINA, Navarra. Interior de la igl. del Crucifijo.
5. PUENTE LA REINA, Navarra. Cap. del Crucificado en la igl. homónima.
6. PUENTE LA REINA, Navarra. Crucificado de la igl. homónima.
7. PUENTE LA REINA, Navarra. Detalle del Crucificado de la igl. homónima.
8. PUENTE LA REINA, Navarra. Igl. de Santiago.
9. PUENTE LA REINA, Navarra. Portada de la igl. de Santiago.
10. PUENTE LA REINA, Navarra. Bóvedas de la igl. de Santiago.
11. PUENTE LA REINA, Navarra. Retablo mayor y bóvedas de la igl. de Santiago.
12. PUENTE LA REINA, Navarra. Imagen de Santiago Beltza en la igl. de Santiago.
13. PUENTE LA REINA, Navarra. Puente medieval sobre el Arga.
14. PUENTE LA REINA, Navarra. Otra vista del puente.
15. PUENTE LA REINA, Navarra. Una vista más del arranque del puente.
16. PUENTE LA REINA, Navarra. Torre defensiva del puente.
17. PUENTE LA REINA, Navarra. Torre de la igl. de San Pedro.
PUENTE LA REINA - GARES** (I), provincia de Navarra: 8 de agosto de 2010.2. PUENTE LA REINA, Navarra. Torre y pórtico de la igl. del Crucifijo.
3. PUENTE LA REINA, Navarra. Portada de la igl. del Crucifijo.
4. PUENTE LA REINA, Navarra. Interior de la igl. del Crucifijo.
5. PUENTE LA REINA, Navarra. Cap. del Crucificado en la igl. homónima.
6. PUENTE LA REINA, Navarra. Crucificado de la igl. homónima.
7. PUENTE LA REINA, Navarra. Detalle del Crucificado de la igl. homónima.
8. PUENTE LA REINA, Navarra. Igl. de Santiago.
9. PUENTE LA REINA, Navarra. Portada de la igl. de Santiago.
10. PUENTE LA REINA, Navarra. Bóvedas de la igl. de Santiago.
11. PUENTE LA REINA, Navarra. Retablo mayor y bóvedas de la igl. de Santiago.
12. PUENTE LA REINA, Navarra. Imagen de Santiago Beltza en la igl. de Santiago.
13. PUENTE LA REINA, Navarra. Puente medieval sobre el Arga.
14. PUENTE LA REINA, Navarra. Otra vista del puente.
15. PUENTE LA REINA, Navarra. Una vista más del arranque del puente.
16. PUENTE LA REINA, Navarra. Torre defensiva del puente.
17. PUENTE LA REINA, Navarra. Torre de la igl. de San Pedro.
Puente la Reina es una villa caminera, encrucijada del Camino de Santiago, pues la vía que procede del puerto de Somport y se asoma a Navarra junto al Monasterio de Leyre se une aquí con la que viene de Valcarlos - Luzaide y pasa por Roncesvalles - Orreaga. Hoy es una villa pujante que a su intensa historia une una equilibrada economía, que atrae la población de Valdizarbe.
Puente la Reina es en el Camino de Santiago punto de reposo para los peregrinos, en cuyo honor se ha levantado un monumento a la entrada de la villa que nos recibe con la leyenda siguiente: "Y desde aquí todos los caminos a Santiago se hacen uno solo". Configurada sobre un clásico plano rectangular, tipo bastida, enseguida aparece la iglesia tardorrománica del Crucifijo*, antes de Santa María de los Huertos (h. 1200), fundada por los templarios, quienes instalaron junto a ella un albergue. Se accede por una puerta de arco apuntado con arquivoltas decoradas con motivos variados de influencia cisterciense. En su interior, de dos naves con bóveda levemente apuntada, se veneran las imágenes de la Virgen con el Niño, románica sedente (siglo XII), y un soberbio e impresionante Crucificado** gótico, que sigue los modelos renanos de la primera mitad del siglo XIV y calificado como "uno de los más bellos existentes en España".
En la Calle Mayor se levanta la iglesia de Santiago, con decorada y célebre portada románica* que repite el modelo de San Román del vecino Cirauqui y de San Pedro de la Rúa de Estella; otra portada románica se abre a los pies del templo. En su interior guarda varias obras, entre las que destacan las imágenes góticas de San Bartolomé (de piedra) y de Santiago (de madera policromada) como peregrino, con bordón en la mano derecha y un libro en la otra, en posición erguida, y que se conoce como Santiago Beltza, por el color oscuro que tenía antes de ser restaurada y dorada. El retablo mayor, dedicado al titular, es barroco de mediados del siglo XVIII.
Cerca está la equilibrada Plaza Mayor, con cobijados soportales, en donde se encuentra el Ayuntamiento. Al final de la calle nos espera el puente medieval*, muy bien conservado, con seis ojos de medio punto y pilares abiertos que alivian el formidable peso de los estribos, testigo de la deliciosa leyenda de "el chori", pajarillo que lavaba la cara a la Virgen del puente con agua del Arga que transportaba en su pico. Sin pasar a la otra orilla, se puede visitar la iglesia de San Pedro, construida en el siglo XIV pero reformada después y que guarda retablos barrocos.
En el barrio de Zubiurrutia ("más allá del puente") se levanta el convento de Comendadoras del Sancti Spiritus (1268), cuya iglesia dieciochesca guarda cinco interesantes retablos rococós.
Puente la Reina es en el Camino de Santiago punto de reposo para los peregrinos, en cuyo honor se ha levantado un monumento a la entrada de la villa que nos recibe con la leyenda siguiente: "Y desde aquí todos los caminos a Santiago se hacen uno solo". Configurada sobre un clásico plano rectangular, tipo bastida, enseguida aparece la iglesia tardorrománica del Crucifijo*, antes de Santa María de los Huertos (h. 1200), fundada por los templarios, quienes instalaron junto a ella un albergue. Se accede por una puerta de arco apuntado con arquivoltas decoradas con motivos variados de influencia cisterciense. En su interior, de dos naves con bóveda levemente apuntada, se veneran las imágenes de la Virgen con el Niño, románica sedente (siglo XII), y un soberbio e impresionante Crucificado** gótico, que sigue los modelos renanos de la primera mitad del siglo XIV y calificado como "uno de los más bellos existentes en España".
En la Calle Mayor se levanta la iglesia de Santiago, con decorada y célebre portada románica* que repite el modelo de San Román del vecino Cirauqui y de San Pedro de la Rúa de Estella; otra portada románica se abre a los pies del templo. En su interior guarda varias obras, entre las que destacan las imágenes góticas de San Bartolomé (de piedra) y de Santiago (de madera policromada) como peregrino, con bordón en la mano derecha y un libro en la otra, en posición erguida, y que se conoce como Santiago Beltza, por el color oscuro que tenía antes de ser restaurada y dorada. El retablo mayor, dedicado al titular, es barroco de mediados del siglo XVIII.
Cerca está la equilibrada Plaza Mayor, con cobijados soportales, en donde se encuentra el Ayuntamiento. Al final de la calle nos espera el puente medieval*, muy bien conservado, con seis ojos de medio punto y pilares abiertos que alivian el formidable peso de los estribos, testigo de la deliciosa leyenda de "el chori", pajarillo que lavaba la cara a la Virgen del puente con agua del Arga que transportaba en su pico. Sin pasar a la otra orilla, se puede visitar la iglesia de San Pedro, construida en el siglo XIV pero reformada después y que guarda retablos barrocos.
En el barrio de Zubiurrutia ("más allá del puente") se levanta el convento de Comendadoras del Sancti Spiritus (1268), cuya iglesia dieciochesca guarda cinco interesantes retablos rococós.
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