1. RONCESVALLES, Navarra. Fachada de la Real Colegiata de Sta. Mª.
2. RONCESVALLES, Navarra. Interior de la Real Colegiata de Sta. Mª.
3. RONCESVALLES, Navarra. Baldaquino de la Real Colegiata de Sta. Mª.
4. RONCESVALLES, Navarra. Imagen de Sta. Mª de Roncesvalles en la Real Colegiata.
5. RONCESVALLES, Navarra. Imagen de Santiago en la Real Colegiata de Sta. Mª.
6. RONCESVALLES, Navarra. Claustro de la Real Colegiata de Sta. Mª.
7. RONCESVALLES, Navarra. Acceso a la cap. de San Agustín en el claustro de la Real Colegiata de Sta. Mª.
8. RONCESVALLES, Navarra. Altar de la cap. de San Agustín, con las cadenas del escudo de Navarra, en la Real Colegiata de Sta. Mª.
9. RONCESVALLES, Navarra. Sepulcro del rey Sancho el Fuerte en la cap. de San Agustín de la Real Colegiata de Sta. Mª.
10. RONCESVALLES, Navarra. Bóveda de la cap. de San Agustín, en la Real Colegiata de Sta. Mª.
11. RONCESVALLES, Navarra. Una de las vidrieras de la cap. de San Agustín, en la Real Colegiata de Sta. Mª.
12. RONCESVALLES, Navarra. Cap. de Sancti Spiritus.
13. RONCESVALLES, Navarra. Interior de la cap. de Sancti Spiritus.
14. RONCESVALLES, Navarra. Cap. de Santiago.
RONCESVALLES - ORREAGA** (I), provincia de Navarra: 9 de agosto de 2010.11. RONCESVALLES, Navarra. Una de las vidrieras de la cap. de San Agustín, en la Real Colegiata de Sta. Mª.
12. RONCESVALLES, Navarra. Cap. de Sancti Spiritus.
13. RONCESVALLES, Navarra. Interior de la cap. de Sancti Spiritus.
14. RONCESVALLES, Navarra. Cap. de Santiago.
Roncesvalles ha entrado en la literatura épica europea con todos los honores a través de la Chanson de Roland y en la épica europea religiosa como etapa importante en el medieval Camino de Santiago: tras el paso por los inclementes Pirineos, los peregrinos pueden descansar en una hospedería fundada en el siglo XII.
Todo el caserío de la villa de Roncesvalles gira en torno de la Real Colegiata de Santa María**, bellísimo templo gótico construido en los primeros años del siglo XIII por arquitectos del rey Sancho el Fuerte que siguieron el modelo del gótico rural francés e introdujeron numerosas novedades arquitectónicas.
En el interior, Santa María de Roncesvalles se encuentra bajo un baldaquino de plata realizado en el siglo XX por el barcelonés Suñer. La imagen de la Virgen-tabernáculo tallada en madera y forrada de plata excepto manos y caras -está con el Niño-, realizada en Toulousse (Francia).
El primitivo claustro gótico fue reedificado en el siglo XVII; a la antigua sala capitular se la conoce como capilla de San Agustín o Preciosa* y en ella se recuerda al fundador de la colegiata y vencedor de la batalla de las Navas de Tolosa en una vidriera y en el sepulcro esculpido en su memoria, cuya magnífica estatua yacente procede de tiempos de su sucesor Teobaldo I de Champaña.
El edificio más antiguo de Roncesvalles es la capilla de Sancti Spiritus, construido en el románico siglo XII sobre la piedra en la que, quiere la leyenda, el épico Roldán hundió su espada Durandal tras la derrota. Sirvió de enterramiento a los peregrinos que entregaban su alma en aquellos parajes. Junto a ella se levanta la gótica (siglo XIII) pero sencillísima capilla de Santiago o de los Peregrinos; en su espadaña la campana que estaban antes en San Salvador de Ibañeta seguía avisando a los aguerridos peregrinos de la cercanía de un puesto civilizado en medio de unos bosques y barrancos que todavía hoy son impresionantes.
El recorrido se debe completar con una visita al extraordinario museo de la Colegiata*, con pinturas tan notables como la Sagrada Familia de Luis de Morales o el Tríptico de la Pasión de la escuela de El Bosco, con orfebrería fundamental como el llamado Evangeliario de Roncesvalles (siglo XIII) o el conocido ajedrez de Carlomagno**, un relicario de oro, plata y esmaltes realizado en Montpellier en el siglo XIV, y con imágenes tan hermosas como la gótica Virgen del Tesoro.
Y en el camino que conduce a Burguete nos despide la Cruz de los Peregrinos, sencillo crucero gótico con capitel renacentista decorado, con las imágenes del rey Sancho VII el Fuerte y su esposa doña Clemencia.
Todo el caserío de la villa de Roncesvalles gira en torno de la Real Colegiata de Santa María**, bellísimo templo gótico construido en los primeros años del siglo XIII por arquitectos del rey Sancho el Fuerte que siguieron el modelo del gótico rural francés e introdujeron numerosas novedades arquitectónicas.
En el interior, Santa María de Roncesvalles se encuentra bajo un baldaquino de plata realizado en el siglo XX por el barcelonés Suñer. La imagen de la Virgen-tabernáculo tallada en madera y forrada de plata excepto manos y caras -está con el Niño-, realizada en Toulousse (Francia).
El primitivo claustro gótico fue reedificado en el siglo XVII; a la antigua sala capitular se la conoce como capilla de San Agustín o Preciosa* y en ella se recuerda al fundador de la colegiata y vencedor de la batalla de las Navas de Tolosa en una vidriera y en el sepulcro esculpido en su memoria, cuya magnífica estatua yacente procede de tiempos de su sucesor Teobaldo I de Champaña.
El edificio más antiguo de Roncesvalles es la capilla de Sancti Spiritus, construido en el románico siglo XII sobre la piedra en la que, quiere la leyenda, el épico Roldán hundió su espada Durandal tras la derrota. Sirvió de enterramiento a los peregrinos que entregaban su alma en aquellos parajes. Junto a ella se levanta la gótica (siglo XIII) pero sencillísima capilla de Santiago o de los Peregrinos; en su espadaña la campana que estaban antes en San Salvador de Ibañeta seguía avisando a los aguerridos peregrinos de la cercanía de un puesto civilizado en medio de unos bosques y barrancos que todavía hoy son impresionantes.
El recorrido se debe completar con una visita al extraordinario museo de la Colegiata*, con pinturas tan notables como la Sagrada Familia de Luis de Morales o el Tríptico de la Pasión de la escuela de El Bosco, con orfebrería fundamental como el llamado Evangeliario de Roncesvalles (siglo XIII) o el conocido ajedrez de Carlomagno**, un relicario de oro, plata y esmaltes realizado en Montpellier en el siglo XIV, y con imágenes tan hermosas como la gótica Virgen del Tesoro.
Y en el camino que conduce a Burguete nos despide la Cruz de los Peregrinos, sencillo crucero gótico con capitel renacentista decorado, con las imágenes del rey Sancho VII el Fuerte y su esposa doña Clemencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario