1. BRIONES, La Rioja. Portada de la ermita del Xto. de los Remedios.
2. BRIONES, La Rioja. Exterior de la ermita del Xto. de los Remedios.
3. BRIONES, La Rioja. Interior de la ermita del Xto. de los Remedios.
4. BRIONES, La Rioja. Palacio de los Gadea.
5. BRIONES, La Rioja. Palacio de los Quincoces.
6. BRIONES, La Rioja. Botica de Rabal.
7. BRIONES, La Rioja. Igl. de Sta. Mª, en la plaza de España.
8. BRIONES, La Rioja. Otra vista de la torre de la igl. de Sta. Mª.
9. BRIONES, La Rioja. Portada de la igl. de Sta. Mª.
10. BRIONES, La Rioja. Bóvedas de la igl. de Sta. Mª.
11. BRIONES, La Rioja. Retablo mayor de la igl. de Sta. Mª.
12. BRIONES, La Rioja. Retablo de la Visitación, en la igl. de Sta. Mª.
13. BRIONES, La Rioja. Pila bautismal de la igl. de Sta. Mª.
14. BRIONES, La Rioja. Órgano de la igl. de Sta. Mª.
15. BRIONES, La Rioja. Ayuntamiento.
16. BRIONES, La Rioja. Muralla y puerta de la misma.
17. BRIONES, La Rioja. Rincón de la villa.
18. BRIONES, La Rioja. Mirador en los restos del antiguo castillo.
19. BRIONES, La Rioja. Vistas desde el mirador.
BRIONES (I), provincia de La Rioja: 10 de agosto de 2010.
Encaramado a un promontorio desde el que se dominan las tierras regadas por el Ebro, y al abrigo de la sierra de Cantabria, este diminuto pueblo alberga uno de los cascos históricos más atractivos de toda La Rioja.
El pueblo se ubica en un altozano coronado por la ermita del Cristo de los Remedios, de planta octogonal y cubierta por una gran cúpula central. Del templo parten las callejuelas estrechas y empedradas flanqueadas por elegantes casonas nobiliarias de piedra, de arquitectura barroca y fachadas blasonadas. Entre las más sobresalientes se encuentran el palacio de los Gadea y el palacio de los Quincoces, este último un edificio del siglo XVI donde, según la tradición popular, se alojaron don Enrique II de Castilla y Carlos II de Navarra para concertar el matrimonio de sus hijos. También merece la pena mencionar la botica de Rabal, que tiene más de un siglo de antigüedad.
La empedrada calle de San Juan conduce hasta la plaza de España, un espacio que conserva con gran capacidad de sugerencia su sabor histórico. Al fondo la cierra magníficamente la iglesia de Santa María, renacentista, flanqueada por una torre del siglo XVIII que es una excelente muestra del barroco riojano. El templo es prototipo de las galerías concebidas en planta de salón y, para muchos historiadores, una de las más amplias y bellas de toda la comunidad. Tiene tres naves cubiertas por cúpulas estrelladas. Merece la pena visitar detenidamente sus numerosas capillas, provistas de pinturas y esculturas de diferentes épocas que convierten a la iglesia en un verdadero museo. Además del excelente retablo barroco de la capilla de La Visitación, fechado en 1520 y atribuido a Juan de Borgoña, encontraremos interesantes pinturas -de Navarrete el Mudo y el maestro Cerezo, entre otros- varios cantorales y un precioso coro en madera de nogal con un órgano barroco de Gasparini.
En la plaza se alzan también bellas fachadas de piedra arenisca, como la de la Abadía o Casa de los Arcos, o la del Ayuntamiento, ubicado en el antiguo palacio de San Nicolás, de estilo barroco. La fachada es una auténtica obra de arte, formada por tres cuerpos simétricos con pilastras superpuestas. Construido por Ignacio de Elejalde, fue terminado en 1755 y se considera una de las construcciones civiles más interesantes de toda La Rioja.
Caminando por las callejuelas de Briones no tardaremos en alcalnzar los restos de la muralla y las antiguas puertas de la ciudad. Durante la Edad Media la villa estuvo fortificada y defendida por un foso que abarcaba todo su perímetro. Hoy se pueden contemplar algunas de sus puertas como la de Cercas del Toro o la de Media Luna.
Como colofón a la visita merece la pena acercarse hasta el mirador, que se ubica en los vestigios del castillo. Desde allí se contempla un representativo paisaje riojano presidido por los viñedos y alegrado por las sugerentes curvas y contracurvas del Ebro.
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