1078. ARTAJONA** (I), Navarra: 7 de agosto de 2010.

1. ARTAJONA, Navarra. Vista del recinto amurallado y la igl. de San Saturnino.

2. ARTAJONA, Navarra. 

3. ARTAJONA, Navarra. Torreones de la muralla desde el interior.

4. ARTAJONA, Navarra. Portada principal de la igl. de San Saturnino.

5. ARTAJONA, Navarra. Portada lateral de la igl. de San Saturnino.

6. ARTAJONA, Navarra. Detalle de la portada lateral de la igl. de San Saturnino.

7. ARTAJONA, Navarra. Cubiertas y torre de la igl. de San Saturnino.

8. ARTAJONA, Navarra. Interior de la igl. de San Saturnino.

9. ARTAJONA, Navarra. Detalle del retablo mayor de la igl. de San Saturnino.

10. ARTAJONA, Navarra. Crucificado de la igl. de San Saturnino.

11. ARTAJONA, Navarra. Capiteles del interior de la igl. de San Saturnino.

12. ARTAJONA, Navarra. Igl. de San Pedro.

13. ARTAJONA, Navarra. Basílica de la Virgen de Jerusalén.

14. ARTAJONA, Navarra. Portada de la basílica de la Virgen de Jerusalén.

15. ARTAJONA, Navarra. Cúpula de la basílica de la Virgen de Jerusalén.

16. ARTAJONA, Navarra. Retablo mayor de la basílica de la Virgen de Jerusalén.

17. ARTAJONA, Navarra. La Virgen de Jerusalén, en la basílica homónima.

ARTAJONA** (I), provincia de Navarra: 7 de agosto de 2010.

   La imagen de esta villa, con sus murallas salpicadas por torreones y la iglesia-fortaleza coronando el conjunto es inolvidable. Es tierra de buenos vinos. Y no falta la industria.

   Los dólmenes de Artajona* evidencian la antigua población de la zona. Pero la época dorada de este pueblo ha sido el medievo, cuando se construyó el cerco de murallas** y la iglesia gótica de San Saturnino, cuya fachada ostenta un interesante tímpano gótico y guarda en su interior un retablo de traza gótica en el que predomina una preciosa pintura protorrenacentista.

   La iglesia gótica de San Pedro, reformada en los siglos XVII y XIX, tiene un exquisito tríptico flamenco de la Epifanía.

   En las afueras de la villa se levanta la basílica de la Virgen de Jerusalén; la imagen titular es una pequeña talla** tardorrománica de orfebrería, procedente de Limoges (Francia), que según la tradición trajo de Tierra Santa un cruzado artajonés.