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175. TOLEDO, capital. La igl. de San Ildefonso. |
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176. TOLEDO, capital. Vista frontal de la fachada de la igl. de San Ildefonso. |
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177. TOLEDO, capital. Interior de la igl. de San Ildefonso. |
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178. TOLEDO, capital. Bóveda de la nave central de la igl. de San Ildefonso. |
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179. TOLEDO, capital. Uno de los retablos secundarios de la igl. de San Ildefonso. |
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180. TOLEDO, capital. En la galería alta de la igl. de San Ildefonso. |
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181. TOLEDO, capital. El Alcázar (a la izquierda) y la torre de la Catedral (a la derecha) desde las torres de la igl. de San Ildefonso. |
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182. TOLEDO, capital. En las torres de la igl. de San Ildefonso. |
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183. TOLEDO, capital. La cúpula de la igl. de San Ildefonso. |
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184. TOLEDO, capital. Vista del callejero toledano desde las torres de la igl. de San Ildefonso. |
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185. TOLEDO, capital. Vista del interior de la igl. de San Ildefonso desde el coro de la misma. |
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186. TOLEDO, capital. Retablo mayor de la igl. de San Ildefonso. |
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187. TOLEDO, capital. Cúpula sobre el crucero de la igl. de San Ildefonso. |
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188. TOLEDO, capital. Uno de los retablos de la cap. sctal. de la igl. de San Ildefonso. |
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189. TOLEDO, capital. Cúpula sobre la cap. sctal. de la igl. de San Ildefonso. |
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190. TOLEDO, capital. Retablo de reliquias en la cap. sctal. de la igl. de San Ildefonso. |
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191. TOLEDO, capital. Una última imagen del interior de la igl. de San Ildefonso. |
TOLEDO** (XVII), capital de la provincia y de la comunidad: 16 de junio de 2018.
Iglesia de San Ildefonso
Por la calle de San Román se llega a la plaza del padre Juan de Mariana, que fue ampliada en el siglo XVII para dotar de perspectivas al templo de los jesuitas. Allí se alza la iglesia de San Ildefonso. El conjunto formado por las dos torres de ladrillo y la gran cúpula constituye una de las estampas típicas de la ciudad. Cúpula que entabla diálogos de altura con la no muy lejana torre de la catedral o con las torres del Alcázar. Cúpula que impone su preeminencia arquitectónica, su volumen esférico, sobre el silencio de la plaza que dormita a sus espaldas.
Con trazas de los padres jesuitas Pedro Sánchez y Francisco Bautista fue construido el templo, aunque intervinieron otros arquitectos desde el año en que se iniciaron las obras (1662) hasta el año en que fue consagrado (1718). Este edificio religioso es perfectamente representativo de la arquitectura jesuítica. Portada barroca muy monumental, de sillares de granito, con hornacinas e imágenes, organizada como si fuera un retablo. Dos torres de ladrillo, sencillas y cuadradas, sobresalen por encima del ático.
Interior de una sola nave con capillas laterales en los lados. Bóvedas muy altas, cúpula soberbia, grandeza del espacio, magnificencia de la arquitectura hecha discurso de poder o artículo de fe. En el centro de la capilla mayor se levanta un hermoso baldaquino.
Desde el interior se puede subir al mirador instalado en las torres. Se trata de una iniciativa muy elogiable, ya que permite contemplar la ciudad desde una nueva perspectiva, inédita hasta hace poco. Desde el luminoso púlpito se ve el Alcázar y la catedral, la cúpula de San Marcos y de San Pedro Mártir, la geometría de los patios, la superposición de los tejados. Y al fondo, por encima de las tejas, el relieve de los cigarrales y la infinitud del campo.
Textos de:
GILES, Fernando de, y RAMOS, Alfredo. Guía Total: Castilla-La Mancha. Anaya Touring. Madrid, 2002.
IZQUIERDO, Pascual. Guía Total: Toledo. Anaya Touring. Madrid, 2008.
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